Practicando Judo ganamos todos
El Judo es un deporte de lucha de origen
japonés que trata del estudio, aprendizaje y práctica de técnicas de
proyección y control ante distintos rivales.
Es un deporte individual que se realiza en grupo, que al niño divierte e influye sobre su carácter y personalidad, exigiendo una atención y esfuerzo continuo.
Al joven le implica en
una disciplina deportiva, le ilusiona con su práctica y le aporta
seguridad y confianza para integrarse en la sociedad con pasos más
firmes.
Al adulto le ayuda a
mantenerse en forma y a relajarse fuera de las preocupaciones diarias,
aprendiendo todo un método de defensa personal.
¿Cuál es el sentido del Judo?
Como defensa: El aprendizaje del Judo, proporciona una serie de reflejos que se
pueden aplicar en la vida diaria, confiando todas las acciones a una forma de
entender la defensa personal, redundando en una mayor seguridad.
Como educación física: El entrenamiento de Judo proporciona un organismo ágil
y resistente, lleno de energía y capacidad para reaccionar. Así el cuerpo llega a moverse con mayor rapidez y soltura.
Como educación mental: El fundamento de las técnicas de Judo es muy simple:
Aprovechar la fuerza del contrario, para lograr derribarlo aunque su fuerza sea mayor.
El Judo proporciona beneficio al cuerpo y a la mente
El judoka no nace, se hace. La práctica
de Judo implica una forma de vida ordenada, basada en el equilibrio
entre el cuerpo y el espíritu y sobre el principio del respeto a los
demás, amigos, compañeros y adversarios, pero también sobretodo en el
respeto a uno mismo.
Y por todo esto el Judo resulta una formidable forma de vivir y de saber vivir.
El Judo llega a ser toda una escuela de
vida. Respetar las normas y aceptar las formas que el Judo conlleva,
hace que el practicante sea más fuerte en el tatami…y en la vida.
El Judo enseña el respeto, la limpieza y la higiene
El respeto a los otros y a uno mismo
El ritual del saludo, antes y después de
practicar, el respeto al profesor, a los más veteranos y a los mayores,
el respeto al árbitro durante las competiciones,...
La higiene que exige su práctica: el
cuidado del aseo personal antes de practicar, las uñas de las manos y
pies cortadas para no hacer daño, el judogi siempre limpio, el hábito de
ducha después de cada entrenamiento conserva mejor al judoka, y hace su
práctica más agradable también a los demás.
El respeto a los lugares
Si cada uno pone un poco de si mismo, es
muy sencillo. Clubes y tatamis deben resultar limpios y agradables para
todo el mundo. La forma de conducirse en el club, moderar el tono de la
voz, evitar conversaciones inadecuadas… Las chanclas alineadas junto al
tapiz, los papeles y los esparadrapos en las papeleras, la ropa en los
vestuarios bien ordenada…el dojo debe llegar a ser para el judoka una
prolongación de su habitación, de su casa… lo que hará al judoka una
persona más responsable y preparada.
Y por todo lo expuesto anteriormente podemos deducir y afirmar convencidos que:
“Practicando Judo ganamos todos”
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